Si hubiera sabido que abrazar vacas era tan inspirador, me habría ahorrado muchos traumas. 

Te propongo un viaje desde las maravillas de la inteligencia artificial, hasta la tendencia de abrazar vacas. ¿Has dicho vacas? ¿Vacaciones de Navidad?  No. Vacas de pasto. De las que dejan el campo perdidito de boñigas. También conoceremos el universo surrealista de Leonora Carrington.  . . . Marta. Verás. Este batiburrillo… no tiene sentido. ….