Hoy vamos a recordar un episodio fascinante de la historia que captó la atención del mundo entero: el robo de la Gioconda en el Louvre.

¿Te suena?

Deja que te cuente cada detalle y el modus operandi de esta movida que tiene mucha chicha.

Una pista: ¡Te voy subiendo las maletas!

El golpe al corazón del Louvre

El 21 de agosto de 1911, un individuo birló la joya de la corona del Museo del Louvre (un cuadro con un valor del 3 % del PIB de Francia)

La joya era la Mona Lisa y ni el tato se dio cuenta de que había sido “descolgada” hasta el día siguiente.

Las autoridades se quedaron perplejas y los franceses en estado comatoso.

The New York Times, 22 de agosto de 1911: «La Gioconda desaparece del Louvre. Un robo audaz en el museo más famoso del mundo. La obra maestra de Leonardo da Vinci es secuestrada sin dejar rastro».

El suceso dejó huella.

El hueco de la Gioconda

El robo de la Gioconda catapultó a la pintura y a su creador, Leonardo da Vinci.

Durante los dos años en los que estuvo desaparecida, fue tema de conversación en todos los rincones del planeta.

La buscaron allende los mares, pero daban palos de ciego.

Incluso Picasso y Apollinaire fueron sospechosos.

Lo curioso es que después del robo, la afluencia de visitantes al Museo experimentó un notable aumento.

Más perricas para la caja.

Bien.

El morbo de contemplar el hueco vacío en el Salón Carré se apoderó de la mayoría de los visitantes.

¿Quién la robó?

¿Cómo?

¿Por qué?

Un patriota panoli

El ladrón era un poco panoli.

Un mucho panoli.

Vincenzo Peruggia, se llamaba y era un carpintero del museo que con toda confianza logró sacar la tabla bajo su ropa sin ser detectado.

Peruggia era un romántico poco informado y creía que la Gioconda, expoliada por Napoleón a principios del siglo XIX, debía ser devuelta a su país de origen, Italia.

En realidad, el rey Francisco I había comprado esa obra a Da Vinci en 1518.

Lo que el ladrón tampoco sabía era que, esa pintura:

  1. Con el número de inventario 779
  2. Que no está firmada
  3. Que no tiene fecha
  4. De la que ni siquiera se conoce con certeza la identidad de la retratada…

Se iba a convertir, gracias a su delito, en la obra de arte más famosa del mundo.

«Mona Lisa abandonó el Louvre siendo una obra de arte y volvió convertida en un icono». R. A. Scotti

Vincenzo se tiró un par de años durmiendo con el icono bajo su cama de una mísera pensión del Sena y cuando se cansó, se largó a Florencia.

El plan fue el siguiente:

Se registró en un hotel con un nombre poco sospechoso: Vincenzo Léonard.

Se citó con un marchante y con el director de la Galería Uffizi.

Y, sin saberlo, también se citó con todos los carabinieri que esa tarde estaban de servicio.

El cuadro regresó con honores a París.

El caco se convirtió en un símbolo del patriotismo y estuvo pocos meses enchironado.

Fin.

¿La historia se acaba aquí?

Noooooooo

Te he dado una pista en el título.

The Frame

Por cierto, ¿tú puedes soportar ese agobio giacondino con profusión de selfies, bolsos, empujones y sonrisas bobaliconas?

Yo tampoco.

Menos mal que el gigantesco Veronés con sus Bodas de Caná sigue siendo un buen refugio.

Vamos a la chichita de este artículo.

¿Qué es The Frame?

  1. El hotel de un espabilao
  2. Una tienda de enmarcación
  3. Un thriller

Te doy otras 2 pistas:

  1. La Mona Lisa subió una escalera de mármol y se encerró en la habitación 20 del Albergo Tripoli-Italia sito en Florencia.
  2. Allí pasó su última noche junto al gran «Vincenzo Léonard» y un plan lleno de fisuras.

Una nuit con la Mona Lisa.

Podría ser un detalle insignificante, pero, ¿qué alojamiento puede presumir de algo así?

¡Zasca!

Aquí hay un historión.

Y, como decía Rilke, lo importante en una historia es que tengas la necesidad de contarla.

Ya tenemos el relato para un nuevo concepto de hotel.

Solo falta armarlo con gusto.

Reconvertir el espacio a un ****4 estrellas boutique

Redecorar las habitaciones.

Crear una serie de obras en colaboración con el artista Denis Ouch.

Guiar al huésped por la espléndida escalera de caracol y hacerle sentir que forma parte de la historia.

Solo falta firmarlo con un buen nombre: The Frame (el marco)

¡Listo!

La suite Gioconda te espera.

Feliz estancia.


P.D: Si tienes una marca y quieres que crezca, me mandas un privadito y te la brandeo o te hago un copy-storytelling de chuparse los dedos.

P.D2: Mis 4 recomendaciones:

📖 Un libro ↣ Deja de ser tú, Joe Dispenza.

🍿 Una serie ↣ Cardo. Atresplayer Premium.

🍽️ Una comida ↣ Huevos rellenos de atún.

🎙️ Un pódcast ↣ Nómada digital, con Carles Navarro.