Trabajar con una editorial de prestigio es una aventura satisfactoria porque ellos ponen todos sus medios a tu disposición.
Posteriormente a la firma del contrato (revísalo a fondo), les enviarás tu manuscrito y te pondrán en manos del corrector orto-tipográfico y de estilo algo que considero indispensable.
Comenzarán las idas y venidas de emails con words archivos adjuntos y el control de cambios activado para revisar en Word y tras varias conversaciones, el texto se enviará al departamento de maquetación.
Es el momento de definir el título, subtítulo y la portada que es la guinda del pastel y tienes que mimar ese primer impacto.
La portada de un libro es responsable del 80% de la venta.
Conviene estar al tanto de todo, pero no olvides que la editorial está sobradamente preparada, así que confía en ella y deja que haga su trabajo.
Tampoco obvies la buena distribución, porque es primordial a la hora de elegir editorial. No te cortes y pregunta cuáles son sus puntos de venta antes de firmar el contrato.
Cada libro tiene su tiempo de incubación pero en unos meses llegará un día en el que el cartero te entregará un paquete con tus primeros ejemplares en papel y te aseguro que ese momento es inolvidable.
Y no te cuento el subidón que te va a dar cuando lleguen las traducciones a otros idiomas…
En cuanto a la promoción de la obra, suele ser una tarea compartida pero cuanto más te impliques, mayor será la posibilidad de dar a conocer tu libro
Cada año salen al mercado más de 87.000 ejemplares así que tienes que currártelo para mantenerte en las librerías.
Si te cuesta encontrar editorial tienes otra opción. La auto publicación.
Te lo cuento.