Una vez creada y entintada la matriz, pasamos a la fase de estampación.
En casi todos mis grabados (salvo excepciones) me gusta hacer la llamada estampación natural que consiste en dejar la superficie no grabada de la plancha con un tono neutro muy suave o incluso inexistente.
Para ello retiro casi toda la tinta dejando únicamente el motivo con color.
Inmersión
El proceso previo antes de llevar la matriz al tórculo es tener el papel rasgado (como hemos visto en el apartado materiales) sumergido en agua. El tiempo de inmersión será de unos 10 minutos y solo debes remojar el papel que vayas a usar en una jornada.
Luego debes escurrir los papeles antes de colocarlos sobre la pletina del tórculo.
Hay quien los cuelga a modo de estudio fotográfico con unas pinzas, pero podemos «pegarlos» en cualquier superficie vertical no porosa; la bañera, el cristal de una ventana, los azulejos etc.
Lo ideal es que al tacto estén húmedos y no chorreen.
El tórculo
Antes de colocar la matriz, revisa que las mantas del tórculo estén bien colocadas y sin arrugas.
Si vas a estampar en talleres de grabado profesionales, la retina (la plancha verde con medidas que ves en la imagen) estará a tu disposición, pero pregunta antes de ir o tendrás que llevar la tuya.
Con sumo cuidado coge tu matriz y céntrala sobre la retícula.
Es un momento delicado porque cualquier movimiento brusco puede hacer que el grabado salga torcido y tendrás que desecharlo.
Revisa bien que la retícula esté libre de suciedad, puesto que hasta la pelusa más ínfima se quedará pegada a tu papel.
Al colocar la matriz debemos tener en cuenta el tamaño del papel que vamos a usar.
La norma es dejar el mismo espacio alrededor de la matriz tanto arriba como en los laterales, pero la parte de papel inferior debe ser mayor porque aquí irá tu firma y numeración.
También puedes crear tu propio «patrón de plancha» para cada matriz.
Me resulta más práctica la retina que se limpia fácilmente después de cada uso y los cuadraditos son la guía de ajuste sin margen de error.
Una vez colocada la matriz solo queda colocar con sumo cuidado el papel humedecido sobre ella y bajar las mantas tratando de no hacer ninguna arruga.
NOTA: las mantas son de algodón prensado, pero yo a veces uso goma-eva y trozos de alfombras de las que se usan para hacer yoga siempre que sean lisas.
Rodillos a tope
Ajusta la presión, es decir, baja los rodillos y comienza a girar las aspas del tórculo.
La presión de los rodillos sobre la placa hará que la imagen se transfiera al papel. Esa presión la ajustarás dependiendo del grosor de tu placa, del papel y las mantas.
El efecto varía mucho según aprietes o no.
Es normal hacer varias pruebas hasta dar con la presión adecuada.
Algunas de estas pruebas son válidas, ¡no las tires a la basura!, las puedes firmar y seriar generalmente con «P/A o Prueba de Autor» o un «P/E Prueba de Estado» siempre que cumplan con un estándar de calidad.
El giro de las aspas (también llamado volante) se hace pausadamente para permitir que la tinta se impregne bien en el papel. No tengas prisa.
Yo suelo hacer la «doble passada», que consiste en pasar por el tórculo por la estampa dos veces sin levantar el papel de la plancha y así obtengo un registro más intenso, pero tienes que tener mucho cuidado para evitar que el grabado salga movido.
Hay distintas variedades de tórculos en el mercado.
El que yo estoy utilizando en este tutorial, es uno de mesa que va estupendo para tiradas cortas y para un tamaño no superior a A3.
Para una tirada mayor tendrás que comprar uno profesional o acudir a un taller de grabado.
Algunos artistas alquilan su espacio por horas. Otra opción es contactar con escuelas de arte para que te asesoren.
El sagrado alzamiento del papel
Ya solo queda retirar las mantas y agarrar el papel con unas pinzas especiales para grabado que evitan que se pueda guarrear el papel al tocarlo directamente con las manos.
Si doblas un plástico duro te puedes fabricar esas pinzas.
Una vez levantado el papel y contemplado el resultado (espero que con gran satisfacción) solo falta colocarlo entre las hojas de papel secante con algún peso encima.
En los talleres de grabado encontrarás habilitado un espacio con grandes pliegos de papel secante y así poder meter tus tamaños grandes y que pierdan humedad sin ondularse.
¡¡Ya solo falta numerar y firmar!!
Sigue aprendiendo→ Lección 4 de la segunda parte → Numeración y firma
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Primera parte:
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Segunda parte, taller práctico:
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