Al leer el titular vas a pensar que la nieve me la he esnifado, ¿por quién me tomas?

Son los coletazos de la pequeña Filomena que, a cierta parte de España, nos ha hecho disfrutar.

Cuando terminé de grabar con Bisila Bokoko ya llevaba un globo importante, porque esta mujer es pura creatividad. Me faltó tiempo para surfear las laderas blancas y tirar bolas a mi heredera (o a quien pasaba por ahí)

Verás.

Te traigo un cóctel de arte y existencialismo que te va a dejar pensando hasta que las próximas nieves.

Bolas de nieve a la venta, ¿quién da más?

En una fría mañana de 1983, en el barrio más hipster de Nueva York, David Hammons estira un trapo en el suelo y se dispone a ofrecer su mercancía como cualquier top manta honrado, solo que en vez de bolsos de Dulce Gabana, vende bolas de nieve.

Sí, bolas de nieve, de esas que amasas con los guantes empapados.

Imagina a Hammons, con cara de póker, alineando sus efímeras obras como si fueran diamantes de Tiffany’s.

Todo muy normal, si no fuera porque se trataba de un artista reconocido y aquella performance nos obligó a cuestionarnos si estábamos ante el nuevo Picasso o simplemente ante un vendehúmos helado.

Más esquivo que un gato en el baño, Hammons a sus 80 años sigue creando y dejando huella en el mundo del arte.

Es tan intrigante como un episodio de Black Mirror. Me flipa mucho.

Alerta: disculpa si se me ve el plumero. Tengo verdadera debilidad por los outsiders.

Será, porque a medida que pasan los años me obligo a vivir más a mi manera (My way) o será, porque soy del club de las locas.

¿Cuándo vas a vivir sin arrepentimientos?

Ya lo sé.

Te acabo de lanzar una bola de nieve en toda la jeta y ni te has pispao.

No me la devuelvas tan rápido. Espera.

Deja que te hable de una enfermera que ha visto más despedidas que la terminal de la T4.

Igual que hizo Elisabeth Kübler Ross en su momento, Bronnie Ware reúne en su libro «Los cinco arrepentimientos de los moribundos» y no hemos aprendido mucho…

Así serían algunos testimonios:

  1. » He vivido como en ‘Lo que el viento se llevó’ (pero sin ser Scarlett)»
    No seas espectadora de tu propia vida. Si piensas en ese curso de cerámica, ¡hazlo ya!
  2. «Mi familia y amigos estaban en pausa, mientras yo jugaba a ser una adulta responsable»
    La vida no es solo currar y pagar facturas. Llama a tu madre, ¡no esperes al fin de semana!
  3. «Me he quedado con más palabras en el tintero que García Márquez»
    Exprésate, porque aquí nadie muerde (o casi nadie).
  4. «Mi vida fue tan predecible como un episodio de Los Simpson»
    El mundo es grande y los vuelos son low cost, así que lánzate a la aventura.
  5. «Me preocupé más por el WiFi que por mi paz interior»
    Haz un «detox» digital y espiritual de vez en cuando. Medita, respira, apaga el móvil.

No estás viva solo porque respires

Ama, habla, arriésgate y cuídate.

Dedícate tu vida.

Haz un viaje, pide cita en el peluquero de tiktok y cambia tu imagen.

Regala lo que no usas. Vacíate de lo que hace daño.

Aprende a reconocer que cada vez haces más gilipolleces.

Baila. Canta. Llora.

Luce tus canas, apúntate a pádel, súbete al columpio, hazte vegana y arrepiéntete a la semana.

Cómprate una camiseta estrecha y unos pantalones de payaso.

Báñate desnuda en el mar.

Entra en la poza helada conmigo.

Olvida la báscula. Respeta tu sueño. Abraza antes de que nos aíslen con nuevas mascarillas.

Conviértete en una disidente.

No permitas que te validen los demás.

Este momento no lo vas a volver a vivir.

¡Sal a la calle!, carajo.

Te estoy fabricando la bolaza de nieve más enorme con mis guantes empapados.

Si me la vas a tirar, ¡hazlo con ganas!

 


P.D1: Vamos con mis 4 recomendaciones:

📖 Un libro ↣ Los cinco arrepentimientos de los moribundos por Bronnie Ware.
🍿 Una serie ↣ Cristóbal Balenciaga 2024 ‧ 1.ª temporada
🍽️ Una comida ↣ Bienmesabe o cazón en adobo.
🎙️ Un pódcast ↣ 3×09 Bisila Bokoko, conferenciante internacional, viene a METAdamas y te cuenta los secretos de la oratoria.