¿Ser felices se ha convertido en una obsesión? ¿Eres realmente libre o estás esclavizada por la búsqueda de la felicidad?
Después de escuchar a un porrón de padres y madres diciendo que solo quieren que sus retoños sean felices, hay que escribir sobre ello.
Es un tema que puede que te sacuda, ya lo siento, pero este delirio por estar happy 24/7 me corroe.
Una carrera sin fin: la búsqueda de la felicidad perpetua
Nos bombardean con el mensaje de que debemos ser felices todo el tiempo. All the time.
Yo, como copy, a veces colaboro a esta locura.
Lo reconozco.
Lo de creer es crear o al revés, lo he usado en algún post y hasta he dibujado una viñeta.
Mea culpa o culpa del cliente.
Las redes están petadas de fotos perfectas, anuncios y libros de autoayuda que nos aseguran que la felicidad es solo un cambio de actitud.
Pero, ¿qué pasa cuando esta búsqueda se convierte en una carga?
¿Te lo digo?, que la vida se va al carajo.
Y no pasa nada.
Niente.
Porque la vida, hermana-sis-bro, es eso.
La máscara de ser felices
La presión por lucir una carita feliz puede llevarnos a ignorar y reprimir nuestras emociones verdaderas.
La negación de la tristeza o la frustración, emociones humanas completamente normales, acaba en insatisfacción crónica.
¿Es sano vivir en una sociedad donde solo se valida la felicidad?
No.
De sano tiene poco.
Yo me bajo aquí, reina.
Esto no hay quien lo aguante.
La paradoja de la felicidad, ¿qué dice la neurociencia?
Según la neurociencia, la felicidad es un estado emocional que involucra ciertos neurotransmisores como la dopamina y la serotonina.
Estos químicos cerebrales generan sensaciones de placer y satisfacción, pero son transitorios.
Es decir, la búsqueda constante de la felicidad puede convertirse en esclavitud.
¡Despierta! Estamos persiguiendo algo efímero.
Si te falta tu chutecido de dopamina diaria, ¿qué vas a hacer?
Todas las emociones tienen un propósito.
La tristeza, el miedo y la ira, por ejemplo, son fundamentales para la supervivencia.
No hay razón para negarlas.
¿Sabes lo que es la adaptación hedónica?
Describe cómo las personas se acostumbran rápidamente a los cambios en sus vidas.
Por ejemplo, podríamos estar eufóricos por un nuevo trabajo o un nuevo crush, pero con el tiempo, se convierten en la nueva norma y el nivel de felicidad vuelve a su estado anterior.
¿Qué puedes hacer para salir de la rueda?
Meditación, atención plena o como quieras llamarlo.
Marta, como tu hierbas friend que soy, lo llama estar en flow.
Al estar presentes y conscientes, podemos aceptar nuestras emociones tal como son, sin la presión de cambiarlas constantemente hacia la búsqueda agotadora de querer ser felices.
Busca un equilibrio, reconociendo y aceptando la gama completa de tus emociones.
También puedes practicar la incomodidad. A mí me está funcionando.
Rompiendo las cadenas
¡No me sujetes!, deja que me asome a la ventana como la madre de Bryan y lance mi proclama al viento.
Es hora de romper estas cadenas autoimpuestas y aceptar que la vida es un mosaico de emociones.
La verdadera libertad es reconocer y aceptar nuestros sentimientos.
Estar hecha mierda, es válido.
No querer salir de la cama, es válido.
Tener sentimientos de odio, repulsión, ascazo y rabia, es válido.
Tus emociones no te hacen menos fuerte; te hacen más humana.
Busca el equilibrio: la vida no se trata de estar onfire todo el tiempo.
Si tienes que fingir para que te acepten, mal vamos.
Todo el mundo enfrenta desafíos emocionales, y está bien, no estar bien.
¿Capichi? Está bien, no estar bien.
P.D: Mis 4 recomendaciones:
📖 Un libro ↣ La ciudad de las damas. Cristina de Pizán
🍿 Una serie ↣ Griselda Blanco.
🍽️ Una comida ↣ Sopa minestrone.
🎙️ Un pódcast ↣ METAdamas 3×10 con Damián Santiago, un contador de historias con muchos huevos.