Que levante la mano quien haya dado la primera clase de natación de su vida pasados los cincuenta.

Hoy 22 de marzo es el día del agua y mi club pijo ofrece una entrenadora personal durante 30 minutos para que te diga cuál es tu estilo y te corrija.

Vale.

Debo decir que en mi época los padres nos lanzaban al río y si no nos ahogábamos, nos enseñaban primero a nadar a perro, luego a pato y casi nadie llegaba a delfín.

Nadar no era un asunto urgente.

La valoración de mi personal trainer es de alta competición ha sido:

  1. A pesar de mi peculiar raneo, soy muy buena en braza.
  2. En crol, pasable.
  3. De espaldas, cuando dejo de girar las caderas como bailando salsa, doy el pego.
  4. ¿Mariposa? Lo dejamos para las flores en primavera.

Me ha corregido muchos vicios.

Vicios.

Quédate con la copla que de eso y de galeradas vamos a hablar en esta nius acuática.

¿Sabes lo que son las galeradas de un libro?

Mira.

El término “galerada” viene de antes de que nacieran los ordenadores o incluso las máquinas de escribir.

Las letras se colocaban a mano utilizando bloques de madera o metal y el cajista las ordenaba en bandejas llamadas “galeras”.

Luego pasaban a la volandera, se untaban con tinta y se imprimía sobre papel.

Una movida. Vaya.

Una prueba de galera es lo que mandan a los autores para que demos un repaso antes de la galerada definitiva y mandarlo a imprimir definitivamente.

Verás.

Un minuto antes de mi clase natatoria he recibido este wasap de mi editora «Primera galerada. Abre email.»

Vamos con una prisa que te cagas porque menda lerenda (yo) va a firmar a la Feria del Libro madrileña, cosa que haré con infinito agrado, aunque los tiktokers sean long tail y a mi fila no venga ni perry.

Anyway.

Al leer el mensaje, ¡¡el coure me ha dado un vuelco!! ¡¡Habemus galeradas!! Con sus fotitos, su índice, negritas y cursivas en su lugar.

Pero. Pero. Como en todo alumbramiento, siempre hay un dilema.

Siempre hay un dilema

La decisión se debía tomar a la mayor brevedad y valoré los dos escenarios:

A) ¿Pongo excusa de retraso, abro el mail y conozco la carita de mi retoño?

B) Me voy a palmotear al agua, que para eso he venido.

Agarré la B de braza y me lancé de caBeza al agua.

¿Tú te crees que yo me concentraba en respirar en 3 tiempos o colocar las manos como palas?

Obvio que he sufrido y no dejaba de pensar en mi bandeja de entrada, pero llevo tiempo practicando «posponer la gratificación».

Cómo se pospone la gratificación

¿Te acuerdas de la prueba de las golosinas?

Era el «test Marshmallow» (malvaviscos o nubes) de Walter Mischel

Consiste (todavía se hace) en poner a un grupo de control con niños de unos 4 años delante de una chuche. Si en 15 minutos no se la comen, reciben el doble. Si se la zampan no hay penalización.

Con los años se observó que los infantes que «resistieron la tentación» tenían mejores calificaciones, puestos de trabajo y una vida más ordenada.

A mi cole no vinieron con experimentos tan guays, por eso me pongo a prueba yo misma y últimamente me ha dado por posponer las fruslerías, llámalo chocolate, leer o ver algo que me apetece…

Practicar una ligera incomodidad es la manera de compensar el premio inmediato (el chute de dopamina de tiktok está basado en este principio de inmediatez).

Por algo nos llaman la generación de los «bambis». Tenemos agua caliente, comida, ocio y transporte a demanda.

“Todos los excesos son malos, pero ninguno peor que el exceso de comodidad. Afecta al cerebro. Hace a los hombres perder la visión de la realidad y se vuelve nebulosa la separación entre lo verdadero y lo falso.” Séneca

Hábitos

De hábitos sanadores hablamos esta semana en METAdamas con Silvia Soria.

Y sobre la intuición, mujeres que viajan solas, las malas compañías, las parejas narcisistas, los amores, la sororidad, las raíces, el éxito y el autocuidado.

Silvia tenía un trabajo muy bien pagado en un pedazo de multinacional (Microsoft), vivía en una ciudad de ensueño (Lisboa) y pensaba que su pareja era perfecta, hasta que despertó y vio que ni su trabajo, ni su pareja, ni esa ciudad eran para ella (Bueno, la ciudad si).

¡Conoce su historia!

En conclusión, como dice mi ChatGPT

Quédate con las 3 cosucas imprescindibles de esta nius:

  1. Para aprender a nadar siempre hay tiempo y los vicios son difíciles de corregir.
  2. Para elegir una buena vida tienes que escuchar el METAdamas de esta semana
  3. ¿Sobre mi libro? Solo puedo darte una pista. Es un libro de nicho. De mucho nicho.

P.D: Mis 4 recomendaciones:

📖 Un libro ↣ La dama azul de Javier Sierra

🍿 Una serie ↣ The regimen

🍽️ Una comida ↣ Potaje de bacalao con garbanzos

🎙️ Un pódcast ↣ METAdamas con Silvia Soria, su propósito es ayudarte a descubrir el tuyo.