Comunicación no verbal: aprende a decodificar los mensajes ocultos

Una sonrisa forzada, la mirada evasiva, los brazos cruzados sobre el pecho… son gestos inconscientes que dicen mucho de una persona.

En este post vas a encontrar un puñado de trucos, tipos y claves de comunicación no verbal dentro de un cuadro famosísimo.

Un cuadro sonoro que tiene un nosequé secreto que poca gente conoce.

Te lo cuento al final.

¿Conoces la regla del 55-38-7?

Esto es muy curioso.

Ya verás.

El antropólogo Albert Mehrabian decía que:

1. El 55 % de nuestro mensaje es comunicación no verbal: gestos, expresiones faciales, postura y otros aspectos no verbales.
2. El 7 % son las palabras.
3. 38 % es comunicación paraverbal: tono de voz, velocidad al hablar y entonación.

Aunque esta regla se creó en los años 60, todavía tiene vigor.

Qué fuerte, ¿no?

Ya decía mi abuela que las palabras se las lleva el viento…

Por lo tanto, ¿está bien que controlemos los gestos, el volumen de la voz y nuestra postura corporal?

Pues sí, pero vamos por partes que esto de la comunicación no verbal tiene su miga.

¿Cuántos tipos de comunicación no verbal hay?

Vamos a ver qué tipo de expresiones transmiten mensajes sin utilizar palabras:

1. Lenguaje corporal. Nuestras poses y movimientos revelan información sobre nuestra actitud y emociones.

2. Movimiento. Caminar, gesticular o hacer ademanes, dan muchas pistas de lo que sentimos.

3. Postura. La forma en que nos sentamos o nos mantenemos de pie puede mostrar confianza, relajación o tensión.

4. Gestos. ¿Cómo saludas?

5. Proxémica. ¿Invades el espacio personal?

6. Paralenguaje. Vigila el tono, la velocidad y el volumen de la voz, así como los sonidos guturales y las pausas.

7. Expresiones faciales. Nuestras caras pueden comunicar desde alegría y tristeza hasta enojo y sorpresa.

8. Contacto visual. La forma en que miramos puede indicar interés, confianza o incluso desafío.

Una detallito: todo puede cambiar según el contexto cultural y social en el que se utilicen.

Los expertos afirman que más del 50 % de las negociaciones comerciales fracasan por la falta de conocimiento de las culturas de los interlocutores.

Mira estos 5 ejemplos de lo que NO debes hacer:

1. Si le plantas dos besazos a un japonés, querrá casarse contigo.
2. En India se señala con la barbilla. No se te ocurra señalar con el dedo.
3. Si vas a Vietnam a dar una charla, ahórrate el turno de preguntas. Lo consideran una falta de cortesía con la persona que está hablando.
4. Firma un email al estilo mexicano: «Seguro de ser su atento servidor, le saludo muy cordialmente.» Y ya verás lo que te pasa.
5. El gesto de OK es extremadamente ofensivo en Brasil.

Claves para utilizar la comunicación no verbal con tus clientes de manera efectiva

1. Conoce a tu cliente: Considera dónde vive, cuáles son sus costumbres, de qué tipo de cosas puedes hablar. Respeta sus creencias y valores.
2. Aprende a escuchar: La escucha activa es esencial para llegar a acuerdos.

¿Cuánto puedes acercarte a alguien sin pasarte de la raya? ¿Cómo puedes mostrar entusiasmo sin parecer gilipollas? ¿De qué manera se mantiene la autenticidad y la profesionalidad?

¡Caña al networking!

Seguro que así mejoras tus habilidades sociales:

1. Acercamiento sin intrusión. Saluda con amabilidad y con una sonrisa al entrar en una sala. Luego observa el panorama de manera discreta.
2. Evitar gestos negativos. Aunque no sea fácil, evitar gestos de frustración como ceños fruncidos o negaciones con la cabeza es esencial. Sugiere alternativas a un desencuentro y muestra empatía.
3. Asentir y tomar notas. Asentir demuestra escucha activa y valoración de las opiniones. Tomar notas refuerza la percepción de importancia.
4. Mostrar entusiasmo. Ante proyectos complejos, transmite optimismo, interés y confianza.
5. Modular el tono de voz. Evita titubeos y muletillas.

¿Lo vas pillando?

Branding verbal

Seguro que estás pensando en cómo aplicar todo esto a tu marca.

¿Has oído hablar del branding verbal?

El branding verbal define la personalidad y el tono de voz específicos de una marca.

Es simple y complejo a la vez.

Se trata de crear una identidad corporativa con el uso estratégico de palabras, tono y voz en todos los aspectos de la comunicación escrita y hablada.

Con tus textos puedes generar una conexión emocional y coherente entre la marca y tu audiencia mediante el empleo consistente del lenguaje.

Utiliza un tono coherente y único, desde los anuncios publicitarios hasta las interacciones en RRSS y el contenido de la web.

Quiero decir, que no me hables en chino cuando estamos en Twitter y en arameo cuando subes un reel a IG.

Recuerda: COHERENCIA y CREDIBILIDAD.

Si quieres que tu marca sea consistente, revisa estos 9 puntos:

1. Personalidad. Define cómo habla tu marca. ¿Es amigable, profesional, divertida, seria, etc.?

2. Tono de voz. Es el matiz emocional de la comunicación. Puede ser cálido, optimista, directo, irónico, creativo, etc.

3. Lenguaje. Esto puede incluir neologismos, jerga de tu sector o términos que se convierten en parte de la marca.

4. Consistencia. Es crucial crear una imagen sólida y reconocible de la marca.

5. Historia. Orígenes, creación y desarrollo de una marca.

6. Adaptabilidad, a diferentes formatos de comunicación.

7. Diferenciación. Destacarse en un mercado saturado con una voz única y memorable.

8. Emociona y conecta con tu audiencia.

9. Valores. ¿Cuáles son los valores y la cultura de la marca?

Hazme caso.

Sin un branding honesto y auténtico, no vas a ser capaz de generar una experiencia coherente y memorable de tus consumidores.

¿Hay un lenguaje no verbal en los cuadros?

Pues claro.

Te lo explico con el cuadro sonoro del que hablamos antes y que ha inspirado este icono 😱

Se trata de «El grito» de Edvard Munch.

Puedes ir al Museo Nacional de Oslo a ver esta obra campeona de la comunicación no verbal en el arte.

Acércate.

Observa la figura retorcida como el tronco de un olivo.

Mira a ese hombre con la boca desencajada, los ojos espantados y las manos en las orejas.

Desde luego, es una clase magistral del terror y desesperación.

Es la representación del ataque de ansiedad que sufrió el autor cuando cruzaba el puente de Ekeberg.

Los colores también ayudan a reforzar el mensaje.

Ese cielo naranja y rojo te hacen sentir que el mundo se está derrumbando, ¿verdad?

El planeta arde y a Munch le duele su propia existencia.

Y notarás que el personaje principal está en tonos más oscuros y apagados. Cubierto con un gris azulado que contrasta en el entorno brillante y explosivo.

Y, ¿qué me dices de las pinceladas?

Fíjate en cómo el cielo y el agua tienen largos trazos agitados y turbulentos.

Esto agrega un montón de movimiento caótico.

El grito, en realidad, viene de fuera y el hombre se tapa las orejas para no escuchar el desgarro de la tierra.

De hecho, el título original de la obra fue «Der Schrei der Natur» (el grito de la naturaleza)

Es un sonido atronador que le recuerda al pintor su propio vacío.

Piénsalo un momento: El grito viene de fuera.

De fuera.

¿No me crees?

Haz la prueba.

Coge aire y desgañítate hasta que no te quede nada en los pulmones.

Oye qué alivio, ¿verdad?

Ahora, observa dónde están tus manos.

Ya te digo yo que te estarás abrazando o cerrando los ojos o apretando los puños, pero dudo mucho que te tapes los oídos.

No es la reacción asociada a un grito.

La neurociencia (ya sabes que me apasiona) sugiere que no es necesario recurrir a gritos o rabietas para manejar las emociones de manera saludable.

Pero, ¿y lo agustico que nos hemos quedado?

También dice que nuestro cerebro es capaz de detectar las intenciones de los demás a través de señales no verbales.

Se sabe que cualquier microgesto se procesa en milisegundos e influye sobre la credibilidad de una persona.

Alguien que nos da miedo puede activar automáticamente la respuesta de «lucha o huida». Alguien que nos resulta familiar, nos relaja.