¿Hace cuanto tiempo que no tocas tierra?
Así, literal, con la mano abierta.
No tiene que ver con ser realista. Nada de eso.
Me refiero a meter los dedos en una maceta o hundir los brazos hasta el codo a la orilla del mar.
Me vale andar sin zapatos.
O tumbarte en el césped a buscar paraeidolias en las nubes.
O retozar en la hierba.
Besar el suelo como el Papa…
Lo que te nazca.
Apuesto a que hace tiempo de eso.
¡Qué ascazo de cemento!, ¿verdad?
Mira.
Hace unos días me invitaron a un taller de kokedamas.
Luego te cuento qué son.
La cosa es que, desde que traspasé mi huerto, no me había “enterrado” tan a gusto.
Ahora tengo en casa unas bolitas de musgo que purifican el aire y cada vez que las veo me nace una sonrisa.
Son esferas de salud, bienestar y felicidad.
¿Sabías que tú también puedes tener las tuyas?
¡Vente!
El origen de las kokedamas verdes que cuidan tu cerebro
Quédate con la copla neurocientífica: «que cuidan tu cerebro»
Es importante.
Pero, primero, vamos con las bolas verdes.
Las kokedamas (significa bola de musgo) son pequeñas esferas que los japoneses han cultivado desde hace siglos.
Es un arte minimalista que conecta con la naturaleza y transporta especies herbáceas de un lugar a otro.
Hacerlas, es un proceso sencillo que requiere paciencia y concentración, activando zonas del cerebro relacionadas con el bienestar.
Un gustazo.
Descubre cómo las kokedamas te hacen feliz
¿Sabes que la neurociencia dice que cuidar plantas estimula regiones cerebrales relacionadas con la felicidad?
Al hacer kokedamas, tu mente se concentra en el proceso creativo.
Al trabajar el musgo, apreciar texturas, formas y aromas, liberamos endorfinas y serotonina.
Además, el simple acto de regar y cuidar una planta, ejercita la zona prefrontal, responsable de reducir la ansiedad y el estrés.
Hazme caso.
Ver cómo sobreviven tus plantas te da un subidón de autoestima.
Siete consejos esenciales para hacer y cuidar tu kokedama
Te diría que te apuntes a un taller en grupo, como el de Raquel y Lorena*, porque se genera un clima divertido que también es sano para tu cerebro.
Pero, puedes intentarlo por tu cuenta.
Vamos con 7 tips:
- Usa musgo cultivado certificado* y tierra húmeda para formar la bola
- Aprieta suavemente y haz un hueco
- Mete y envuelve las raíces de la planta sin apretar
- Enrolla con sedal o con cáñamo para que mantenga la forma
- Para regar, sumerge en agua unos 2 minutos y deja que escurra.
- Protege del sol directo
- Disfruta de su crecimiento y recuerda: es un ser VIVO, cuídalo con cariño
Las plantas suelen ser de interior como; cintas, hiedras, helechos…
Y ¡ojito! NO es una manualidad.
No nos insultes.
Es arte natural, lleno de sentido.
Puro wellness.
Las cosas que nos ayudan a vivir una vida larga y saludable, son las mismas que hacen que merezca la pena vivir una larga vida.
6+3+1 bonus para un cerebro que no envejece
Aclaremos.
Estoy haciendo un ciclo de conferencias de neurociencia que me tiene pilladísima.
Ya me habrás leído en algún post.
Además, me estoy leyendo tropecientos libros y soy muy fan de Nazaret Castellanos (a ver si consigo traerla a METAdamas podcast)
Estoy intensita con la amígdala, el neocórtex, el prefrontal y demás zarandajas sesudas…
Mis perdones.
¿Me vas a dejar de querer por ello?
Menos mal.
Parece que si seguimos estas 6 recomendaciones, nuestro cerebro no envejece:
- Relaciónate con los demás: la compañía estimula la creación de nuevas conexiones cerebrales.
- Haz ejercicio: ayuda a que tu cerebro produzca más serotonina y dopamina, hormonas de la felicidad.
- Aprende cosas nuevas: haz cursos, apúntate a un coro, aprende a criar mejillones, lo que sea para combatir el deterioro cerebral.
- Come sano: la bazofia procesada no ayuda a tu nutrición neuronal.
- Relax: meditación, yoga o simplemente respirar como es debido.
- Duerme: 7-8 horas
Si crees que es demasiado, ayer me enteré de que con 3 es suficiente:
- Haz ejercicio
- Aprende algo nuevo
- Rodéate de cerebros más listos que el tuyo.
¿Me dejas añadir una cuarta? ¡TOCA TIERRA!
Memento, homo, quia pulvis es y in pulverem reverteris. Polvo somos y en polvo nos convertiremos.
P.D: Prohibido coger musgo* del monte. Está sancionado con multas que van desde los 1.000 hasta los 100.000 euros. Cómpralo de cultivo responsable.
P.D2: El taller de kokedamas lo organizaron Raquel Piñeiro González de Vivero Sarto y la terapeuta floral, Lorena Martín.
P.D3: Mis 4 recomendaciones:
📖 Un libro ↣ Neurociencia del cuerpo, de Nazareth Castellanos
🍿 Un docu ↣ Vivir 100 años, en Netflix
🍽️ Una comida ↣ Sandwich neoyorquino de pastrami, pepinillo dulce y queso, en pan de centeno.
🎙️ Un pódcast ↣ Tu cerebro al desnudo, con el neurocirujano Osman Salazar y el empresario Ignacio Berges.