Dice el sabio Benedetti que «la indiferencia de la roca quiere comunicarnos una alarma infinita». Vivimos en una escalada de alertas de nuevo cuño que nos mantienen tensos, preocupados pero también tristes y aturdidos. Hay personas que batallan como buenamente pueden, otras se despiertan con el aliento sostenido bajo la cobija y hay artistas atrevidos…