Algunas voces sabias, dicen de mi humilde persona que nunca me he tomado la vida en serio.
Y no tengo intención de llevarles la contraria.
Dependiendo del día puedo ser pintora, escritora, fotógrafa, grabadora o redactora.
Son los demás los que tenéis la torticera necesidad de etiquetarme.
Hay quien se incomoda ante una persona polímata que se dedica a varias cosas (algunas aparentemente incompatibles con la vida), que tiene más de una profesión, experta en casi nada, pero que se pirra por meter el hocico en todos los pucheros (y en todos los almendros, como el de la foto).
Algunos pensaréis que es complicado vivir como una humanista con los tiempos que corren.
¿Me ves como un alma atormentada del Renacimiento aprendiz de todo y maestra de nada?
Grandes polímatas como Leonardo Da Vinci, Aristóteles o Thomas Jefferson no lo tuvieron fácil y sin embargo no dejaron de sentir curiosidad hasta el último minuto de sus vidas.
Hay un delicado placer al saberte fuera de todo conjunto, subconjunto y condición.
La poli-digitalización
Por suerte, una de las consecuencias de la digitalización es que ser “experta” ha perdido valor frente a ser “poli-habilidosa”
Ya lo decía mi abuela: no es inteligente poner todos los huevos en la misma cesta.
Vivimos tiempos inciertos y tu actividad laboral de ayer, hoy puede no tener valor.
De ahí que sea interesante replantearnos la profesión hacia un campo distinto en el que podamos desarrollar al máximo nuestras poli facultades. Reinventarse lo llaman y es interesarte darlo una vuelta.
En otro post te hablé del gran Leonardo Da Vinci con una de sus facetas menos conocidas, la ecología.
El maestro defendía su capacidad de abarcar conocimientos en campos tan distintos como el arte o la ciencia a través de una palabra que he descubierto hace poco: la polimatía.
Curiosidad ilimitada y aprendizaje continuo lo llamaría yo.
Ser polivalente es un rasgo atractivo para los Headhunters que buscan perfiles ricos en matices, gente capaz de mezclar e interconectar conocimientos en un mismo área.
Las personas con actitudes y aptitudes diversas tienen menor resistencia al cambio y por tanto su resiliencia también es mayor.
Si en este tiempo de COVID19 no te has planteado emprender algo nuevo, comenzar unos estudios, descubrir o investigar lo que sea, tener una idea chula de negocio… háztelo mirar.
¿Quien eres o qué haces?
¿Te consideras escritora por haber escrito un libro? ¿Pintora por haber pintado un cuadro? ¿Madre por haber tenido un hijo?
Este blog apunta maneras… pero podría convertirse en una descomunal escupidera de locas… o no.
Hoy me dejo llevar por el aroma de los almendros en recuerdo de una primavera perdida.
Mañana será otro día.