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La seducción no es un invento de Tinder ni empezó con los selfies de morritos

Mucho antes de que existieran filtros de Instagram, hubo mujeres que supieron entrar en una sala, respirar profundo y cambiar el curso de la historia.

En este episodio de Sultanas que respiran nos acompaña la respiración completa o yóguica, esa que te enseña a ocupar espacio y expandirte.

Y lo hacemos de la mano de tres maestras: Cleopatra, Mata Hari y Frida Kahlo. Tres mujeres que demostraron que la seducción no es solo erótica: es cultural, política y artística.

seduccion

La respiración completa: ocupar espacio para seducir

Si hablamos de seducción, tenemos que empezar por el aire. La respiración completa o yóguica consiste en llenar primero el abdomen, después las costillas y por último el pecho, para luego soltar el aire lentamente.

Este ejercicio, sencillo en apariencia, tiene un efecto directo en cómo nos sentimos y cómo nos perciben los demás:

  • Expande el cuerpo → hombros abiertos, pecho hacia fuera, postura firme.
  • Activa la energía vital → más oxígeno, más claridad mental.
  • Proyecta seguridad → cuando ocupas espacio con tu respiración, también lo ocupas con tu presencia.

👉 Si quieres aprender otras prácticas de respiración, escucha el episodio de Sultanas que respiran sobre la respiración de coherencia cardíaca o prueba la respiración Chandra Bhedana, ideal para equilibrar energía en momentos de sobrecarga.

Cleopatra: inteligencia política disfrazada de seducción

Cleopatra VII, última faraona de Egipto, fue mucho más que la amante de Julio César o Marco Antonio.

  • Hablaba nueve idiomas, algo inusual en su dinastía griega.
  • Gobernó durante más de 20 años, en un contexto de crisis permanente.
  • Usaba símbolos divinos para legitimarse como encarnación de Isis.

La famosa anécdota de aparecer enrollada en una alfombra frente a César no fue un gesto coqueto: fue una maniobra de teatro político. Una puesta en escena calculada para impactar, seducir y ganar ventaja.

Cleopatra entendió la seducción como estrategia narrativa: no buscaba complacer, sino gobernar.

Si Cleopatra tuviera Instagram, no pondría stories de brunch, sino selfies con el hashtag #GeopolíticaSexy.

Mata Hari: la femme fatale cancelada

Margaretha Zelle, más conocida como Mata Hari, nació en los Países Bajos y acabó reinventándose en París como bailarina exótica. Se presentó como sacerdotisa oriental iniciada en artes eróticas y desató la fascinación de la Belle Époque.

Su seducción no estaba en la técnica de la danza, sino en el misterio y el personaje que inventó.

  • Tenía amantes entre militares y políticos europeos.
  • Fue icono de la libertad femenina en un tiempo en que eso aún asustaba.
  • Terminó acusada de espía durante la Primera Guerra Mundial, con pruebas más que dudosas.

Fue fusilada en 1917, y lo hizo con un gesto inolvidable: se negó a ser vendada y murió mirando de frente.

Mata Hari es el ejemplo de cómo la seducción femenina fue convertida en amenaza. La primera mujer “cancelada” de la historia, no en Twitter sino a balazos.

Frida Kahlo: seducir desde la herida

Si Cleopatra jugó a la política y Mata Hari al mito, Frida Kahlo convirtió su propio dolor en magnetismo.

  • Sufrió poliomielitis de niña y un accidente devastador a los 18 años.
  • Se sometió a más de 30 operaciones y convivió con un dolor crónico constante.
  • Transformó su cuerpo roto en arte visceral, pintando autorretratos crudos, incómodos y seductores a su manera.

Frida no pintaba para gustar, pintaba para provocar. Aparecía en trajes típicos mexicanos, en fotos con trajes de hombre o retratándose con sangre, abortos y cicatrices.

Su seducción no estaba en la complacencia, sino en la autenticidad: obligaba a mirar donde otros apartaban la vista.

Hoy es icono feminista, cultural y pop porque encarnó la idea de que el magnetismo nace de mostrarse sin filtros, con toda la vulnerabilidad a la vista.

Neurociencia de la seducción: postura y presencia

No todo es historia. La ciencia también nos da claves de cómo proyectar magnetismo:

  • Postura expansiva: estudios de psicología social muestran que abrir el pecho y levantar la cabeza antes de una situación importante (una entrevista, un escenario, una cita) aumenta la sensación interna de seguridad y mejora la impresión que causas.
  • Efecto placebo emocional: aunque los primeros experimentos hablaron de cambios hormonales (testosterona, cortisol), hoy sabemos que lo que sí cambia es tu estado emocional y tu autopercepción. Te sientes más fuerte y eso se transmite.
  • Respiración y mirada: respirar profundo baja la ansiedad y permite sostener la mirada sin incomodidad, algo que multiplica el efecto seductor.

👉 Aquí la clave: seducir empieza antes de hablar, en cómo entras a la sala, cómo caminas, cómo respiras.

La gran lección: seducción es poder cultural

De Cleopatra a Frida, pasando por Mata Hari, lo vemos claro: la seducción no es solo erótica. Es política, cultural, artística. Es la capacidad de narrar quién eres de una forma tan magnética que nadie pueda ignorarte.

Y hoy, tú puedes aplicar lo mismo con algo tan básico como la respiración consciente, tu postura y la seguridad en tu voz y tu mirada.

Sigue respirando y seduciendo conmigo

Si este viaje te ha inspirado, escucha también estos episodios de Sultanas que respiran:

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✍️ Marta Sanmamed
Escritora, artista y exploradora de la seducción como poder invisible

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Si te dicen que la seducción es un truco, sonríe y respira. No eres tutorial: eres lenguaje. Y el lenguaje más potente empieza en el cuerpo. Nos vemos en el siguiente.

Marta Sanmamed, humor de metralla y ternura a prueba de golpes.

Artista, escritora y comunicadora. Madrid, Spain