Una de las tareas más complicadas después de <juntar letras> con mejor o peor estilo es publicarlas.

Y tampoco basta con publicar, también hay que dedicar tiempo y cariño a VENDER.

Por mucho que F.S. Dragó diga: <Yo no soy un vendedor de libros, para eso ya están las editoriales y sus distribuidoras, yo soy escritor>, te lo tienes que currar.

Tu libro está en la calle

Si has logrado poner tu libro en el mercado, tu editorial te animará a que participes en tertulias, entrevistas, foros, debates, firmas etc.

A esta parte del mágico acto de escribir se la llama «promoción» y, según te lo tomes, puede ser la parte más divertida de un libro porque te pondrá en contacto con tus lectores.

Es un feedback que al que no debes renunciar.

Es gratificante.

¿Estás pensando en la autoedición?

Voy al grano : últimamente estoy viendo que algunos escritores (amigos muchos), hartos de recibir portazos, se han lanzado a la «autoedición» y a primera vista parece tentador por estas razones:

1. A un clic, tu libro se pone a la venta en todo el mundo.

2. Se tiene control absoluto de todo el proceso.

3. Se gana mas pasta porque se eliminan los intermediarios. ( Jajajaja, espera… que me da la risa)

Esto me pasó

Hace muchos muchos años, yo también viví la experiencia de autoeditar y aunque ahora hay otras webs que ofrecen este servicio, por entonces solo existía bubok .

Subí a la red mi opera prima, esperé varios meses y vendí CERO cerote (una merecida patada a mi ego).

¿Era mi novela más mala que un dolor de muelas? Posiblemente, de hecho decidí darla de baja (vergüenza torera) y aprovecho para decir que la atención telefónica de bubok fue excelente.

Mi coautor de Magela en la isla de plástico David me animó a publicar en Amazon y no va nada mal.

Mis otros libros tanto «Aquí yace… o no», como CIPARISO y 10 Lágrimas se han publicado, podríamos decir, a la manera tradicional con distintas editoriales.

No sé.

La verdad es que me estoy haciendo un lío.

Como consejera no tengo precio.

Autoedición vs editorial

Veamos.

La autoedición puede ser un buen camino, no lo dudo y a otros les funciona, pero para mí carece de algo esencial.

La editorial te anima, cree en ti, apuesta por tu trabajo, te ayuda con la corrección ortotipográfica (tediosa pero obligatoria), envía ejemplares a los medios de comunicación, te promociona, te apoya y te enriquece.

Por eso, si has <juntado palabras> y sabes que tienes una buena obra entre manos, dale la matraca a las editoriales.

Envía el primer capítulo.

Tira de red y networkea. Consigue el contacto, la cita, un café o una videoconferencia.

Métele caña a Linkedin y a tus amigos.

¡No tires la toalla!

Nada es más satisfactorio que el día en el que el cartero trae a casa un ejemplar de tu libro…

Ya sea autoeditando o trabajando con una editorial (por pequeña que sea) no dejes de escribir.

Carmen Posadas <Escribir es un psicoanálisis baratísimo>