Arte outsider: Man de Camelle y Justo Gallego
Hoy vamos a recordar a los artistas outsiders que están fuera de circuitos artísticos y comerciales convencionales debatiéndonos entre la admiración y la incomodidad que nos provocan algunas de sus obras.
¿Te apetece conocerlos?
Arte outsider, de Prinzhorn a Dubuffet
El historiador del arte y filósofo Hans Prinzhorn trabajó en el hospital psiquiátrico de la Universidad de Heidelberg catalogando y ampliando la colección de dibujos y pinturas creados por enfermos mentales y que había sido iniciada por Emil Kraepelin.
En pocos años creó la conocida Colección Prinzhorn, que puedes visitar en el antiguo oratorio de dicha universidad.
Algunas de esas obras ilustran su libro «Actividad plástica de los enfermos mentales. Una contribución a la psicología y psicopatología de la configuración formal» que inspiró al pintor y escultor Jean Dubuffet para acuñar el término Art Brut .
En la década de los setenta el crítico de arte Roger Cardinal a esta clase de obras las denominó por primera vez como Arte outsider o marginal.
Al utilizar como recurso estético, elementos del entorno natural, ramas, piedras, tierras etc podemos decir que también bebe de las fuentes del Arte Povera (pobre) nacido en Italia en 1967.
Se irán incorporando elementos industriales, hierros, partes de electrodomésticos, plásticos etc.
Ya entrado el siglo XXI nace el término upcycling o el arte del supraraciclaje y más adelante el Residualismo en el que se pueden enmarcan mis Giardinos verticales y otras obras de grandes artistas.
Bien es cierto que una gran mayoría de artistas siempre han recurrido a elementos considerados «basura» y los integran en sus obras como Tapies, Beuys o Millares.
Judith Scott, una arañita encantadora
Adoro a Judith Scott, la arañita que envolvía sus tesoros en grandes pupas de lana, que tanto ha influido en el tejido de mi propia obra y cuya historia conocí gracias a la película de Lola Barrera e Iñaki Peñafiel: Qué tienes debajo del sombrero y que os recomiendo ver.
En este documental descubriréis la dura vida de esta artista que nació sordomuda y con síndrome de Down siendo hoy reconocida internacionalmente y también conoceréis a otros «genios» del Creative Growth Art Center con trabajos excepcionales y que nos demuestran que el arte no tiene límites.
Arte outsider: Los Savant
Tampoco me olvido de los artistas «Savant» (sabios en francés) con una capacidad fuera de lo común que los hace destacar a pesar de sus hipotéticas limitaciones.
Tal es el caso de Stephen Wiltshire apodado «la cámara viviente» con un talento excepcional para dibujar ciudades con todo detalle habiéndolas observado brevemente.
O Alonzo Clemons, que comenzó a modelar todo tipo de animales tras sufrir una lesión cerebral siendo niño.
Hay otros casos más conocidos como Kim Peek, el personaje en el que se inspiró e interpretó Dustin Hoffman en la película Rain Man y que era capaz de recordar a la perfección los casi 10.000 libros que había leído o Tony Deblois, capaz de reproducir más de 8.000 canciones de memoria gracias a sus capacidades prodigiosas.
Principios del arte outsider
Podríamos destacar tres principios básicos de este tipo de arte:
- Las obras nacen desde la espontaneidad y carecen de expectativas, ya sean de tipo comercial o expositivo.
- Se mantiene en ellas un alejamiento de técnica y estilo
- Son creadas por personas en su mayoría autodidactas.
En base a este patrón, a nuestros dos grandes protagonistas de este post: Man de Camelle y Justo Gallego no podríamos catalogarlos como «marginales» porque ambos demuestran tener una gran preocupación por preservar su obra.
Sin embargo, así los definen, de hecho, el Museo de Man forma parte de la European Outsider Art Asociation.
Y es que todavía existe un gran desconocimiento, incluso entre los propios creadores, de lo que debe calificarse sin género de dudas como arte outsider.
No hay consenso con la obligatoriedad de padecer síndromes o patologías psiquiátricas, aunque, si bien es cierto, que se perciben rasgos peculiares relacionados con la manera de interactuar socialmente ya que hay una tendencia clara hacia el aislamiento ascético.
Preferiría hablar de expresión artística fuera de un patrón porque Picasso, Goya, Gauguin, Van Gogh, Remedios Varo y no continúo porque la lista es infinita… tuvieron episodios cercanos a la locura.
¿Debemos considerarlos artistas marginales?
El debate está servido.
Man de Camelle
Esta es una historia con un final trágico.
Llegué al pueblo coruñés de Camelle en Camariñas antes de que su costa se tiñese de negro.
A saber: petrolero Prestige → hundimiento → desastre medioambiental → desastre político → poco más que añadir.
Y no era la primera vez que algo así pasaba.
En 1987 otro carguero con bandera de conveniencia «El Casón» había sembrado el pánico entre los gallegos.
Muchas fueron las hipótesis sobre ese desastre, que pudo ser mucho más grave, pero no nos detengamos en ello porque al igual que con el Prestige quedan detalles sin esclarecer.
Me acuerdo perfectamente del alemán Manfred Gnädinger (Man) repartiendo sus libretas y lapiceros entre los aventureros que nos atrevíamos a recorrer la Costa da Morte aquel invierno.
También recuerdo a mi padre manteniendo con él una charla amable mientras yo observaba a ese náufrago con asombro y agradecimiento por permitirnos pasear por su jardín hermético de piedra.
Manfred «Man», un artista comprometido
Manfred era un hombre educado, querido y admirado a pesar de su excentricidad.
Tanto sus obras, reunidas con gran esfuerzo en su actual Museo, como su biografía, son apasionantes pero los golpes de la vida le fundieron a negro en varias ocasiones y su último sufrimiento fue el desastre del petrolero hundido que no debería permitirse más.
Nunca Máis
Sus vecinos todavía recuerdan esa mirada angustiada mientras contemplaba su jardín cubierto de chapapote y aunque lo intentaron, nadie logró consolarle.
Man falleció veintitrés días después de aquel fatídico 19 de noviembre del 2002.
«Yo decir que esto no debe limpiarse nunca…, Ser episodio de la Historia. Quedar así debe, para todos recordar quién es hombre, porque hombre no querer a hombre, ni a mar, ni peces ni playa»
Man pudo sentirse identificado con El Grito de Munch en la imagen icónica captada por José Manuel Casal fotógrafo del periódico La Voz de Galicia.
Hagamos una pausa sobre este cuadro, ¿no te parece que quien grita es la naturaleza y no el hombre que cruza el puente tapándose los oídos?
Volvamos.
Se dice que el sueño recurrente que tenía Man con una ballena negra fue premonitorio. Así lo contaba: “Seguirá llegando alquitrán, hasta que no quedar más en mar, y cuando ya no llega alquitrán, venir una ballena negra, grande como Costa da Morte, muerta. Entonces yo enterrar y todo acabar para mí.”
Justo Gallego, el constructor de catedrales
A Justo Gallego le conocí hace unos años y con él mantuve una amistad respetuosa.
Recuerdo la impresión al traspasar el pórtico de la Catedral de la fe y cómo me abrumaba su amplitud como si estuviera en la Pulchra Leonina de león.
Es inimaginable que una sola persona haya sido capaz de levantar un templo de tal envergadura (50 metros de largo × 20 m de ancho × 35 m de alto) con sus propias manos y en solitario.
Pero ahí está. A la vista de todos en Mejorada del Campo, un pequeño pueblo cercano a Madrid.
Le recuerdo concentrado en la faena o en sus lecturas de vidas de Santos al lado de su estufa cuando caía el sol.
Era tan firme en sus creencias religiosas que no dejó pasar un solo día sin levantarse al amanecer para acarrear material, plasmar sus ideas curvilíneas o recibir a la prensa de todo el mundo que le solicita entrevistas.
Demostró que la creatividad y el esfuerzo del ser humano no tienen límites
Le vi por última vez cuando cumplía los 97 años y me regaló su icónica bufanda roja que guardo con gran cariño.
Por entonces ya había cavado su propia tumba en la cripta de la catedral.
Falleció el 28 de noviembre de 2021 y está enterrado en el cementerio de Mejorada.
En eso y en otras muchas cosas, coincide con su colega Man de Camelle, que también pidió ser enterrado en su cabaña frente al mar, pero ha tenido que esperar 17 años para que sus cenizas reposen en ese lugar.
Norman Foster y la Catedral del Mejorada
Sobre Justo se ha escrito mucho y ha protagonizado campañas publicitarias como la de Aquarius con su lema «El ser humano es imprevisible», incluso el MoMA de Nueva York incluyó una exposición fotográfica sobre su obra.
El reconocido arquitecto Norman Foster tras su visita dijo: «Es lo más impresionante que he visto nunca».
Sin embargo, existía una preocupación fundada que a todos inquietaba pues, carecía de licencia de obra, de planos, de proyecto y por más que los arquitectos le admiraran, no lograban los apoyos necesarios para que este lugar sea consagrado y dedicado al culto.
Sin la legalidad y seguridad necesarias, el futuro de esta sorprendente catedral una vez que su constructor falleciera estaba en peligro.
Fue el Padre Ángel del Mensajeros por la Paz el que aceptó la donación y hoy se está haciendo cargo.
Padre Ángel: “El sueño de Justo se va a realizar y su catedral se acabará con la idea que él tenía”
¿Qué es más importante, la obra o el autor?
Se dice que los artistas nos otorgamos más méritos de los que nos corresponden y creo que no es mi caso.
Justo me pidió ayuda y allí se quedan los 4 evangelistas tejidos con bolsas reutilizadas.
Después de tejer más de sesenta mil nudos estoy más cerca de Judith, de Man, de Justo y de aquellos a quienes llaman outsiders.
Nota: Agradezco la atención prestada por Juan Carlos Canosa y Andrea Zerolio del Museo Man, aclarándome algunos puntos sobre la vida de Manfred y también la inestimable ayuda de Ángel López y del propio Justo Gallego.
La obra de los 4 evangelistas estaba indicada para situarse en las pechinas de la cúpula central y se depositaron en la catedral de Mejorada en el año 2019.
Me reservo la libertad de hacer la valoración de estos artistas outsiders bajo un punto de vista estrictamente personal.
